jueves, 16 de febrero de 2017

La importancia de reconocer y superar las limitaciones



Para querer alcanzar un sueño, hay que contar con que se requiere un poco de tiempo. Sin embargo, quizás no tanto como tú piensas. Dicho esto, no quiero que creas que tienes que limitar tus deseos de algún modo, que tienes que dejar de soñar con la forma en que te gustaría vivir. Porque no debes olvidar que la mayor limitación que puede tener una persona es la impuesta por su propia mente.

El problema es que tendemos a escuchar la voz interna que nos dice, continúa con tu rutina, continúa con lo que tienes seguro, ¿qué pasa si no funciona? ¿Qué pasa si no te va bien? ¿Qué pasa si fracasas?   Si no es nuestra voz interna, entonces es la voz de al lado....
¿Te has puesto a pensar alguna vez cómo sería tu vida si desaparecieran esas limitaciones que te impiden conseguir lo que quieres? Seguro que sería maravillosa, pero la mayoría de nosotros sigue pensando que es un sueño y que es del todo imposible, así que siguimos sin tomar acción alguna, alegando que la responsabilidad la tienen los demás o las circunstancias.
Ya sea buscar  mejorar en tu vida personal, el  trabajo, cambiarte de área, buscar subir de puesto, encontrar otro  empleo o emprender un nuevo negocio… no te detengas ante la posibilidad de que algo malo puede pasar, detente sólo porque estás planeando hacerlo bien y las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos, no nos las ponen los demás.
El único límite a nuestros logros de mañana está en nuestras dudas de hoy (Franklin D. Roosevelt). Nosotros mismos somos los que decidimos ver problemas donde hay oportunidades y los que nos marcamos límites antes ni siquiera de intentarlo en muchas ocasiones.
Nuestras limitaciones y nuestros éxitos estarán basados muchas veces en las expectativas que tenemos respecto a nosotros mismos, sin darnos cuenta de que lo que la mente crea, el cuerpo lo transforma en resultados. Como dijo Buddha, ‘todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. La mente lo es todo. En lo que pensamos, nos convertimos’.
Si nosotros creamos límites y barreras, eso es lo que nos encontraremos. Por el contrario, si lo que creamos son oportunidades y lo unimos a mucho esfuerzo, el éxito llegará. A fin de cuentas la oportunidad está en el hombre, no en el trabajo. Por lo tanto somos nosotros los que debemos superar las tareas, no éstas a nosotros.
Podemos aceptar el fracaso porque es algo humano, todos podemos fallar en algo, pero lo que no podemos aceptar es el no haberlo ni siquiera intentado.
Ahora bien: ¿Cómo vamos a trabajar para superarlas si no sabemos cuáles son? Así que para empezar podemos hacer una lista. Ahora pensaréis: ¿Qué fácil, no? Hemos dicho que era posible, no que fuera fácil.
Así que vamos a establecer los pasos que podemos seguir para ordenar las ideas y conseguir nuestro objetivo: vencer nuestras limitaciones.
1.- Crea tu vida ideal y define tus objetivos. Describe exactamente cómo te gustaría que fuera tu vida ideal, con todo lujo de detalles.
2.- Enfoque. De esa lista de objetivos (algunos a corto, medio o largo plazo) hay que elegir los más importantes, pueden ser tres o cuatro, pero no más porque si no nos dispersaremos demasiado. Tenemos que marcarnos un plazo de tiempo para conseguir cada uno de ellos y que cada día que pase, con cada acción que emprendamos, podamos estar más cerca. También nos acercará más el asociar con cada objetivo las sensaciones que tendremos al conseguirlo, así como hacer una relación de los recursos de que disponemos (de relaciones con los demás, nuestros puntos fuertes o nuestras aptitudes). Para acompañar ese enfoque es importante destacar que lo que nos motive a alcanzar nuestros objetivos nos dará fuerza para seguir y llegar a ellos.
3.- ¿Qué tipo de persona deberíamos ser para poder conseguir nuestros objetivos? Quizás tendríamos que hacernos un autoexamen para descubrir si necesitamos potenciar algunos rasgos de nuestro carácter, como aptitudes, actitudes o creencias.
4.- Identificar esas limitaciones y describirlas. Todo el mundo cree que conoce sus limitaciones, pero para tomar conciencia de ellas hay que hacer una lista y tomarte el tiempo que necesites para identificarlas.
5.- El último paso a tener en cuenta es idear un plan de acción. Si no lo hacemos nosotros, simplemente seguiremos las directrices que nos vayan marcando los demás. Sólo alcanzaremos nuestra meta si sabemos cuál es, tenemos determinación y no nos alejamos del camino. Así que evita lo cómodo y toma decisiones AHORA.
Factores importantes que nos ayudaran a efectuar nuestro cambio
La decisión
El ser humano ha sido capaz de demostrar en infinidad de ocasiones su capacidad para adaptarse a todo tipo de circunstancias, sobreviviendo a las situaciones más dramáticas, ya que todo ser humano tiene unas capacidades innatas para cambiar, adaptarse y desarrollarse como persona.
La pregunta es: ¿Por qué se da ese cambio? ¿Cuál es el factor que marca la vida de una persona para que pueda dar ese vuelco total en su existencia?
Ese factor es su capacidad de decidir. A veces, mientras permanecemos sumergidos en la rutina, envueltos en una falsa seguridad, no tenemos tiempo para reflexionar sobre nuestro destino, sobre el sentido de nuestra vida. Seguimos corriendo de un lado para otro, cumpliendo con las obligaciones diarias, viviendo o tal vez sobreviviendo en la conformidad y la inercia.
En todos esos casos a los que nos referimos existe un hecho, una situación o unas circunstancias que llevan a esas personas a un punto de inflexión. Puede ser un momento de hastío, de no aguantar más, o puede ser un acontecimiento dramático, como te he dicho. Pero en todos ellos se llega a un momento clave, que hace que tomemos una decisión y asumamos el compromiso de hacer lo que sea necesario para comenzar un nuevo camino y averiguar realmente de qué estamos hechos. Las decisiones que tomamos vienen dadas por dos motivos, para huir del dolor o por una gran visión de lo que podemos llegar a lograr.
Tú tienes que descubrir cuáles son tus barreras, cuáles son tus miedos conscientes o inconscientes, las creencias que te han retenido e impedido que lograras tus objetivos. Debes rebelarte y enfrentarte a esas limitaciones que tienes en tu mente, a esos lastres que pueden llegar a través de la educación, del entorno y de la familia, y que te han hecho creer que no puedes aspirar a otras cosas. A algo mejor. Tienes que averiguar cuáles son esas creencias autolimitadoras para derribar esos muros que te han mantenido prisionero, para destruir los miedos y la inseguridad sobre tu auténtica capacidad y tu verdadero potencial. Si quieres tomar el control de tu vida, tienes que liberarte de esos falsos límites para volar más alto.
En muchas ocasiones nos autoimponemos limitaciones sin saberlo, sin darnos cuenta de ello. Creamos esas limitaciones como sistema de defensa ante las dudas, los miedos o el qué dirán. Al obrar así, nos negamos la oportunidad de descubrir nuestro potencial, de revelarnos lo que realmente podemos llegar a ser. Nos atamos las alas, nos impedimos volar y descubrir nuevos horizontes. Actuamos de ese modo guiados por la creencia de que con ese proceder no nos haremos daño. Así, con seguridad no fracasaremos ni tendremos que enfrentarnos al dolor ni a las desilusiones. Bienaventurados sean aquellos que no esperan nada de la vida, porque jamás serán decepcionados.
Sin embargo, todo ser humano tiene un momento en la vida en el que se pregunta si hay algo más. Un momento en que quiere creer que tiene que haber algo más que levantarse, ir a trabajar, volver a casa, ver la televisión y divertirse el fin de semana, y repetir el mismo ciclo durante años.
Todos tenemos la sensación de que nos falta algo o de que podemos mejorar en algún área de nuestra vida, todos en algún momento nos preguntamos: adónde voy, cuál es mi propósito, dónde vaya a estar dentro de cinco años, cómo será mi vida si no cambio… todos queremos sentirnos más completos, encontrar un verdadero sentido y un propósito, sentir plenitud.
Las decisiones que tomes, nadie las puede tomar por ti, ya que no se puede ayudar a nadie que no esté dispuesto a ayudarse a sí mismo.
Son las decisiones que tomamos las responsables de nuestro destino. Aunque te equivoques, tienes que seguir tomando decisiones, porque es la única manera de controlar tu destino, es el único modo de avanzar.
Como dijo Séneca: “No nos falta el valor para emprender ciertas cosas porque sean difíciles, sino que son difíciles porque nos falta el valor para emprenderlas”.
Ten presente que los resultados del futuro dependen de las decisiones y acciones que tomes hoy. El momento de diseñar tu futuro es ahora. El pasado, lo que has hecho hasta ahora, no equivale a tu futuro. No importa tu situación actual, ni dónde ni cómo estés, sino lo que vas a hacer a partir de ahora. Hoy puedes comenzar a crear tu nuevo yo.

 
Los miedos y las falsas creencias
¿Qué crees que, hasta ahora, te ha frenado en la vida? ¿Por qué no estás donde te gustaría estar en la vida? ¿Qué te ha impedido hacer las cosas que realmente querías hacer? ¿Qué crees que te impide seguir avanzando y progresando?
Todos creamos y nos creemos nuestra propia historia. A veces culpamos a nuestros padres, a las circunstancias, a nuestra pareja, al entorno, pero no necesitas excusas para sentirte bien. Es hora de abandonar esas viejas excusas y falsas creencias, porque si le das ese poder a otra persona o a las circunstancias, estás aceptando que no puedes hacer nada por ti mismo. Todos tendemos a buscar culpables, como si eso solucionara algo. Pero es el momento de que asumas la responsabilidad de ti mismo y de tu situación.
Todos tenemos una idea sobre nosotros mismos, tenemos unas creencias sobre nuestra personalidad y la clase de persona que somos, con nuestras fortalezas, nuestras inseguridades, nuestras dudas o convicciones. Esa personalidad con la cual nos identificamos en el presente, la imagen que tenemos de nosotros mismos, no es algo con lo que nacemos, ni tiene mucho que ver con la genética, sino con nuestra propia percepción.
Esa imagen que tenemos de nosotros, la vamos adquiriendo con el tiempo en función de nuestra educación, las experiencias y el entorno en el que vivimos.
Son las creencias negativas o limitadoras sobre nosotros mismos las que tenemos que cambiar. ¿Es eso lo que realmente somos? ¿Es lo que queremos ser?
"Somos algo mucho más grande que todo eso, mucho más de lo que creemos, pero tenemos que redescubrirnos, desaprender y reinventarnos."
"Las cosas no son fáciles o difíciles; lo que tú crees las hace difíciles o fáciles. Son tus pensamientos y tus creencias los que condicionan tu percepción y crean tu realidad."
Roosevelt influido por Napoleón Hill dijo:
No hay nada a lo que tener miedo, salvo al propio miedo”. Todas las personas pasan por esos miedos en distintos momentos de su vida, pero a aquellas que son conscientes de ese proceso, no las detiene. Pasan a la acción y hacen lo que tienen que hacer a pesar del miedo, ya que tienen un propósito, un porqué muy claro y definido mucho mayor que los miedos.
El motivo por el que la mayoría de la gente no logra su objetivo y no consigue sus metas o sueños es porque no tiene la suficiente pasión y energía emocional por su sueño. Si no tienes la suficiente pasión por lograrlo o cambiar tu vida no tendrás la energía necesaria para realizar el esfuerzo exigido, no tendrás el coraje para enfrentarte a los miedos.
Superar un complejo de inferioridad
Tenemos la tendencia a convertirnos en los que nuestros padres, maestros y compañeros esperan que lleguemos a ser. Nuestras expectativas han forjado nuestra personalidad, con mayor frecuencia de un modo negativo.
El antídoto es que nueve veces sobre diez la creencia de una persona de que es inferior no se basa en hechos. Es puramente imaginaria.


Desarrollar la confianza en sí mismo
Cuando te liberes de tu complejo de inferioridad, llegarás a tener más confianza en ti mismo. Te asombrarás ante tu propia audacia en determinadas situaciones. Te sorprenderás ante el modo en que puede manejar situaciones que antes te hubiesen paralizado de miedo. Tendrás presencia y te resultará fácil tratar a otras personas, y nunca te ocurrirá que no encuentras las palabras. La confianza en uno mismo es de importancia capital. Si no tienes confianza ¿Por qué otras personas deberían tener confianza en tí?
Para hacer realidad tus aspiraciones trabaja con metas concretas y accesibles.
Con metas pequeñas, asequibles en cada momento, podemos ir avanzando. Lo importante es ser realista y consciente de dónde nos encontramos, plantear retos sencillos y dar el paso hacia el siguiente escalón cuando estemos preparados para ello. No es lógico pretender, si estamos en la parte baja de una escalera, ascender hasta el quinto piso de un solo impulso. Un peldaño es suficiente. Un peldaño nos pondrá en el comienzo de la escalera, veremos la pendiente, nos ilusionará dar un paso más. ¡Fue tan sencillo escalar el primer peldaño, que los siguientes serán igualmente fáciles!
El músculo de la voluntad se fortalece con metas asequibles, paso a paso. Escalonadamente. Valorando cada una de las metas conseguidas, a través de afirmaciones motivadoras.
"Descubre el tipo de vida que te motive y para el que estés dotado."

Poema de: Douglas Malloch

Si no puedes ser pino de la cumbre
Se la mata del valle, la más linda
De las matas que van junto al arroyo;
Sé el arbusto, si el árbol está arriba.
Si no llegas a arbusto, sé la hierba
Que al camino feliz y humilde vista;
De no ser almizcleña, sé la atocha
Que entre todas el lago más estima.
Tripulantes, si no los capitanes
Que un lugar siempre guárdanos la vida,
Hay que hacer cosas grandes y pequeñas,
Pero siempre ha de hacerse la más chica.
De no ser el camino, sé el sendero,
Si no el sol, sé la estrella que titila,
No busquemos tamaño en la pelea
Sino ser el mejor en nuestras filas.


Con este lenguaje que todo lo puede, el de la poesía, Malloch nos trasmite algo que no podemos dejar pasar sin darnos cuenta de que contiene una de las claves más importantes para la felicidad, para el desarrollo personal: que siempre hay algo para lo que estamos perfectamente dotados para la naturaleza que nos creó, y que precisamente esta naturaleza siempre está dispuesta para ofrecernos los frutos pródigos de su generosidad… todos hemos nacido con un sino, con un sentido y debemos convertirlo en realidad. De alguna manera, la vida nos va a ofrecer una profesión, una ocupación, un trabajo acorde con nuestras potencialidades y con nuestras inclinaciones. Pero tenemos que buscarlo con tesón, poniendo toda nuestra voluntad y nuestras fuerzas en ello; siendo insistentes, tercos y obstinados. Nada se nos va a dar por nada. Pero nuestro esfuerzo siempre encontrará tarde o temprano fruto maduro que recoger.


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