lunes, 20 de octubre de 2014

PON A PUNTO TU CEREBRO: ALGUNAS HERRAMIENTAS (1ª PARTE)

 
 
Si cuidamos de nuestro organismo y lo alimentamos bien se mantiene flexible, elástico y fuerte, pero si lo descuidamos se convierte en algo rígido, anquilosado y débil. Lo bueno respecto a la memoria es que se puede mejorar cada día. No es como un contenedor que se llena, sino una red de imágenes y datos interconectados que puede crecer infinitamente al tiempo que sigues utilizándola. Cuanto más edad tienes, más poderosa y grande puede llegar a ser la memoria. Nuestro cerebro será Flexible y adaptable y la idea es que se puede seguir perfeccionando el cerebro conforme envejecemos.
Una mente joven es una mente que crece sin cesar “Las personas no envejecen: se vuelven viejas cuando  dejan de crecer.
            Es esencial que mantenga su mente activa y en expansión, pues solo así podrá disfrutar de los beneficios de las decisiones que ha tomado para reafirmar la vida y de la sabiduría que ha acumulado.
Durante siglos los científicos han debatido sobre la influencia de la naturaleza (nuestra herencia genética) frente a la influencia de la educación (los efectos de nuestra crianza, el entorno y la formación recibida). Aunque nuestros genes juegan un papel a la hora de determinar nuestras capacidades, en la actualidad los científicos están de acuerdo en que podemos cambiar nuestros hábitos y desarrollar nuestras mentes a lo largo de toda la vida.
“Este articulo recoge las fuentes de información en los cuatro autores que se citan en la biografía.”
 
 Deepak Chopra  y David Simon  dicen que:
 
 Una mente joven tiene muchas cualidades que reflejan vitalidad. Es entusiasta, espontánea, fluida y adaptable. Observe como se desenvuelve un niño y vera todas las cualidades de la mente joven en acción. En este momento usted tiene una mente joven dentro de sí y lo único que ha de hacer es permitirle expresarse.
 
 Entusiasmo: 
 
Una mente joven es la que posee el principiante. Siente entusiasmo ante todo: una mariposa, el arco iris, las estrellas, un conejo con cola da algodón, un libro nuevo, la fragancia de una rosa, una fresa recién cogida. Preste atención a las escenas maravillosas que ocurren a su alrededor. Sepa valorar la danza espectacular de la naturaleza, siempre fresca y nueva. El estado de alerta y vitalidad es la base del entusiasmo, y este revierte el envejecimiento. 
 
Espontaneidad: 
 
            Una mente joven es espontánea. Es imprevisible y no esta condicionada por nada; esta abierta a todas las posibilidades y no se sienta cohibida por las normas establecidas. Una mente joven renuncia a la necesidad de definirse en términos limitados y tolera la ambigüedad, lo que da lugar a la espontaneidad. 
  • Bese a su conyugue.
  • Póngase a bailar.
  • Llame a su madre.
  • Comience a cantar.
  • Quítese la ropa.
  • Lea un poema.
  • Haga un dibujo.
Fluidez y adaptabilidad: 
 
            Una mente joven es fluida y adaptable. No se permite quedar atrapada por los límites que ensombrecen la unidad de todas las cosas. Ve de manera natural que todo en la vida está relacionado y, por tanto, puede fluir con las   situaciones y las circunstancias cambiantes sin poner resistencia. Una mente joven no se estanca en los detalles de las distinciones.
            Sea adaptable.
            No caiga en la trampa de actuar con unas miras estrechas y limitadas. Ha de saber ver el todo. No consiente que los limites impongan sombras sobre su unidad y busque la conexión entre todas las cosas de la vida. 
 
Alimente su  cuerpo/mente a través de los cinco sentidos: 
 
            Preste atención a su entorno. Alimente sus sentidos con impulsos placenteros, interesantes e inspiradores. Vea su entorno con ojos nuevos. No de por hecho su mundo. 
  • Escuche música bella, diferente y de distintas partes del mundo. Preste atención a los sonidos de la naturaleza: el canto de los pájaros, el ulular del viento entre las hojas, el repicar de la lluvia sobre el tejado, las olas del mar al romperse en la playa.
  • Sienta la textura de las cosas. Hunda las manos en la tierra. Acaricie a sus seres amados o a su mascota. Palpe una escultura. Pase las manos por la corteza de un árbol.
  • Vea su mundo con ojos nuevos. Tome nota de las cosas de las que casi nunca se percata. Aprecie las distintas tonalidades de verde de paleta de la naturaleza. Preste atención al modo en que se forman y se desvanecen las nubes. Vaya a un museo de arte y deambule sin prisa por sus galerías. Observe con interés los rostros de los seres que le rodean.
  • Pruebe las cosas como si fuera la primera vez. Muerda una manzana acida. Saboree un pastel de cereza recién horneado. Póngase un clavo de olor en la boca. Deléitese mientras besa con pasión a su pareja. Beba un vaso de zumo de naranja recién exprimido. Deje que gocen sus pupilas gustativas.
  • Tome nota de los aromas de su entorno. Recréese con las fragancias de su jardín. Sienta el olor de las comidas. Inhale el olor de su ser amado. Salga después de un aguacero y goce del olor de la tierra húmeda. Note la estrecha relación entre los aromas y sus recuerdos y emociones. 
Aprender y crecer: 
 
            Una mente joven crece sin cesar, se dedica en todo momento a aprender y a expandirse, y disfruta con las experiencias nuevas y con los conocimientos adquiridos, los cuales, juntos, dan lugar  a la sabiduría.
Comprométase a aprender a lo largo de toda la vida. Algunas sugerencias: 
  • Lea: a los clásicos, novelas, ciencia ficción, cuentos fantásticos. Iníciese en géneros que nunca antes habían llamado su atención.
  • Disfrute de la poesía de sus poetas preferidos y de los contemporáneos.
  • Intereresese  por las grandes obras de la literatura espiritual.
  • Matricúlese en la universidad.
  • Aprenda un idioma extranjero.
  • Tome clases de piano.
  • Inscríbase en un curso de baile.
  • Asista a clases de arte.
  • Aprenda a cocinar.
  • Tome clases de redacción.
  • Vincúlese a un coro.
  • Participe en un curso de cerámica.
  • Interésese por los nuevos programas informáticos.
  • Inscríbase en un curso de creación poética.
  • Asista a talleres sobre el amor, el potencial humano, el éxito, la espiritualidad, la salud.
  • Tome clases de equitación.
  • Matricúlese en un curso de fotografía.
  • Visite lugares nuevos. viaje fuera de su país.
  • Vaya a los museos y las galerías de arte.
  • Vea películas extranjeras.
  • Asista a conciertos. 
 
Alegría, despreocupación y risa:
 

  • Pasa tiempo con niños.
  • Visita tiendas de juguetes.
  • Juega con animales.
  • Asiste a una obra de teatro de improvisación.
  • Vea películas divertidas, sobre todo las de los hermanos Marx.
  • Entre en una tienda de artículos de broma.
  • Vea programas de televisión de cámara oculta.
  • Vaya a la playa, al campo o al monte.
  • Monte en una bicicleta.
  • Juegue a bolos.
  • Asista a u partido de su deporte favorito.
  • Inicie una guerra de almohadas.
  • Cuente chistes.
  • Organice con los suyos partidas de juegos de mesa.
  • Hágale cosquillas a alguien.
  • Organice una fiesta de disfraces.
  • Vaya al circo.
  • Baile.
  • Organice una merienda.
  • Vaya a una heladería agradable.
  • Hornee galletas.
  • Haga pompas de jabón.
  • Practique su deporte preferido.
  • Observe a la gente e los centros  comerciales.
  • Vaya a un parque de atracciones.
  • Pinte con acuarelas.
  • Confecciones listas de cosas divertidas para hacer.



Tu cerebro se pone a punto cuando duermes (Marta Romo)
 
Higiene del sueño, algunas recomendaciones
 

  • Acuéstate y levántate siempre a las mismas horas: no pasa nada por un día que no lo hagas; sin embargo, nuestro cuerpo se organiza mejor cuando funcionamos por hábitos y estos requieren de rutinas y comportamientos sostenibles en el tiempo. Veras como, además, así regulas tu propio reloj y será el cuerpo de manera natural quien te pida dormir y quien despierte. ¡incluso antes de que suene el despertador! Cundo hacemos cambios de horario, el cuerpo tiene que ajustarse y eso le cuesta, no lo hace a la primer ni rápidamente. Así que tener cambios constantes hace que se lo pongamos muy difícil a nuestro organismo.
  • Duerme la siesta: la tendencia fisiológica general es a retrasar ligeramente la fase de sueño con respecto al ciclo convencional de 24 horas (realmente son 24,4 horas, como veíamos antes), y dormir una corta siesta de mediodía nos ayuda.
  • Haz ejercicio: además de ayudarnos a poner en forma nuestro cuerpo, contribuye a que consumamos energía y tengamos necesidad de descansar, por lo que su práctica nos puede ayudar a dormir. Eso si, evita hacerlo una hora antes de acostarse, pues estarás demasiado activado a la hora de meterte en la cama.
  • Revisa el estado de tu dormitorio: aunque parezca una obviedad, conviene recordar que la habitación en la que duermes debe estar totalmente a obscuras, pues así recordamos a nuestro cerebro que es de noche y hora de dormir. Procura tener el menor ruido o tentaciones posibles (aleja el móvil, fuera televisor…) y que la cama sea súper cómoda.
  • Evita los refrescos con cafeína por la tarde y cenar demasiado: recuerda que necesitamos adenosina para dormir y la cafeína es su enemigo numero uno. Y la cena, además de ligerita, un buen rato antes de ir a la cama.
  • Refresca tu cerebro: dormir nos ayuda a enfriar el cerebro, por las noches necesitamos bajar la temperatura  cerebral. Ventila tu habitación antes de dormir, el mayor tiempo posible. Evita dormir con la calefacción puesta.
  • Duerme un mínimo de seis horas: con lo que  hemos visto anteriormente, habrás deducido que has dormido como mínimo seis horas. Recuerda que el sueño no se recupera y que lo que duermas de menos no volverás a dormirlo.
  • Realiza actividades transitorias antes de dormir: tiene que ver con generar rutinas para ir a la cama. Por ejemplo: vete a la cama quince minutos antes y aprovecha para leer un libro, con poca luz.
  • Evita la tableta, el móvil o el ordenador antes de dormir: confundimos a nuestro cerebro, pues es demasiada luminosidad y nuestro cerebro piensa que todavía no es hora de dormir. Meditar o hacer oración también puede ayudar a nuestro cerebro a prepararse para dormir. Rituales de belleza como por ejemplo limpiarse la cara, lavarse los dientes, ponerse cremas, etc.
  • En la cama solo cosas buenas: evita discusiones o hablar de temas importantes en la cama. Procura irte a dormir con la imagen placentera de algún lugar o una situación que te resulte agradable y relajante, imagina que estas en ese sitio y…zzzz.
  • Realiza actividades transitorias al despertarte: para ayudar a tu sueño a pasar de una frecuencia de onda a otra. Por ejemplo, estirar el cuerpo o hacer algún ejercicio. Hacer oración o meditación antes de levantarte. Tomar notas en un papel sobre lo que has soñado, si lo recuerdas, o con escritura automática. Escuchar una canción que te cargue las pilas antes de ponerte en pie. Rituales de belleza… 

Alguna estrategia a  seguir para aliviar nuestro estrés


  • Permítete descansos breves periódicamente: la capacidad para mantener la atención durante largos periodos de tiempo se ve modulada por varios factores, como las características físicas de los estímulos, el ritmo en el que aparecen y la cantidad. Sabemos desde hace bastante tiempo que la atención es cíclica y que no podemos mantenernos largos periodos de tiempo así. En 1948, Mackworth investigo el rendimiento continuo y observo que comienza a disminuir a partir de la primera media hora de atención. Concluyendo que si se hacen pausas breves cada treinta minutos el nivel de rendimiento permanece a un nivel superior y casi constante.
  • Acuérdate de respirar: en ocasiones, cuando estamos hablando de algo que nos emociona o cuando nos ponemos nerviosos, tardamos mucho en coger aire. ¡es como si se nos olvidara respirar! De vez en cuando, tomar conciencia de cómo estamos respirando nos ayudara a que la introducción  de oxigeno en nuestro cuerpo sea la necesaria, ni más ni menos. Puedes entrenar la conciencia de tu respiración haciendo series con ella: cierra los ojos y respira profundamente, después coges el aire en cuatro tiempos y lo sueltas en cuatro, luego puedes ir aumentando el tiempo de retención de aire.
  • Conéctate por bloques, no constantemente: podemos limitar el uso de correo electrónico a ciertos momentos del día, puede ayudarnos a mantener nuestra atención focalizada en la tarea. Esperar al menos dos horas en la mañana antes de chequear el correo electrónico, de esta forma evitas que los demás, a través del correo, organicen todo tu día y puedas comenzar la jornada con lo importante. Tim Ferryss, en su libro la jornada laboral de cuatro horas, señala que no somos tan imprescindibles como para estar constantemente conectados, incluso nos anima a dejar de contestar correos durante un tiempo para que nos demos cuenta de que no somos tan importantes, y que si alguien necesita  algo urgente de nosotros nos lo hará saber.
  • Junta tareas similares: para aprovechar los umbrales de atención y concentración espera enviar correos en bloques, en lugar de ir mandando o contestando a demanda. Suscribirte a RSS de tus blogs favoritos y así podrás leer las actualizaciones también en bloques, ahorrando tiempo en buscar las noticias que te pueden interesar.
  • Haz menos: el hecho de estar todo el día haciendo mil cosas es un síntoma de vagancia, porque nos dedicamos a acciones indiscriminadas y normalmente de poco impacto y no hacemos lo verdaderamente importante que suelen ser cosas puntuales. Buscar la productividad personal tiene que ver con dedicar menos recursos para conseguir nuestros objetivos y eso pasa necesariamente por la planificación y la reducción de tareas. Monos es más.
  • Si tienes que hacerlo, hazlo ya: huye de la adicción a procrastinar. El retrasar las cosas aunque siempre exista un  motivo de refuerzo o excusa: tarea poco atractiva, inseguridad. Al final es mejor quitárselo de encima cuanto antes porque toda tarea se dilata indefinidamente hasta llegar a ocupar la totalidad del tiempo disponible para su completa realización.
  • Desconecta para descansar: disfruta de la desconexión virtual real. Cuando estés conectado personalmente con tu familia, amigos… apaga el móvil y enciéndelo solo en momentos puntuales. La tentación de consultar actualizaciones cuando el móvil esta encendido es mucho mayor. Ponte un horario de apertura y cierre, al igual que en las oficinas o los comercios, que todos sepan cuando te puedan localizar y cuando dejas de estar disponible. Puedes hacerlo saber a través del contestador del móvil o incluso indicándolo en la firma de tu correo. Esta demostrado  que no podemos descansar si seguimos conectados mentalmente.
  • Dedica un mínimo de diez minutos al día a la actividad contemplativa: (meditar, rezar, mindfulness): en el año 2007, Britton  demostró que los efectos beneficiosos de la meditación en el cerebro aparecen muy rápidamente. Hay estudios que sugieren que es posible apreciar los efectos positivos de la misma incluso con solo diez minutos de practica regular, así pues, no hace falta ser ambicioso al principio, con diez minutitos podemos empezar.
  • Acompañado es más fácil: hacer las cosas en grupo puede ser una motivación añadida a la activad contemplativa. Por ejemplo, apuntarte para hacer este tipo de actividades  algún grupo, o incluso a clases para aprender, te forzara en un principio y después, cuando hayas cogido el “gustillo”, podrás seguir solo.
  • Utiliza la tecnología: aunque suene contradictorio, para realizar este tipo de actividades puedes apoyarte  en los recursos que estas nos ofrecen. Hay multitud de aplicaciones que de forma guiada, te ayudaran a realizar tus ejercicios de meditación, de respiración o de mindfulness.


¿Y qué hacemos con las emociones?

Pongamos nuestra inteligencia emocional a trabajar:
 

  • Habla sobre tus emociones: ante el miedo, por ejemplo, se activa la amígdala que nos paraliza o nos hace tener respuestas desproporcionadas a la amenaza. Si ponemos nombre a la emoción y hablamos sobre ella, activamos la parte derecha ventral de la corteza prefrontal. Disminuye así la actividad de la amígdala, pues llevamos sangre a otras partes del cerebro y desactivamos el circuito de amenaza.
  • Practica la dialéctica emocional: aprende a escuchar las emociones y entender la información que nos proporcionan del exterior. Por ejemplo, si tienes niños, es muy importante ayudarles a poner nombre a lo que sucede y que puedan hablar de ello. Es fundamental la detección temprana de emociones para tomar decisiones más efectivas.
  • No juzgues tus emociones y exprésalas: recuerda que están mejor fuera que dentro. Compartir lo que nos sucede con los  demás, expresarnos a través del lenguaje con una buena conversación o con la escritura, puede ayudarnos a reducir la intensidad emocional que a veces nos invade. Necesitamos drenar las emociones, sacarlas es fundamental, atrévete a reír a carcajadas y a llorar desconsoladamente, pues cuando “cierras el grifo” te sentirás mejor.
  • Alimenta tu capital social: somos seres sociales y las interacciones con otras personas influyen en nuestro funcionamiento cerebral. Busca relaciones de calidad y profundidad. Rodéate de personas que te aporten, pues recuerda que todo se contagia. Desconéctate del móvil un rato cada día para conectarte con personas de carne y hueso, te aportara ese plus de calidad cada día.
  • Entrénate con neurofeedback: en ocasiones, nuestro cerebro necesita un pequeño empujón, sobre todo cuando te esfuerzas por regular tus emociones y no lo consigues. Tanto si estas decaído y con pocas ganas, como si estallas con las personas que no tocan y en momentos que no son apropiados, te puede venir bien este entrenamiento. El neurofeedback dinámico puede darte ese impulso para que, equilibrando tus ondas cerebrales, puedas tomar el timón y elegir como sentirte en cada momento.

Sintoniza tu cerebro en positivo

 Empieza el día con una actitud positiva:

            Evita las noticias de primera hora de la mañana. No te preocupes, no te quedaras desconectado del mundo, ya que luego lo vuelven a repetir…¡e incluyen información nueva! si no puedes levantarte sin tu radio-despertador, tienes muchas opciones, como música clásica o programas culturales. Si quieres saber la temperatura, el pronóstico del tiempo o el estado del tráfico antes de salir, búscalo en Internet.

  • No te intoxiques con los noticiarios de primera hora de la mañana; son especialistas en dar malas noticias.
  • Tu cerebro necesita que sintonices en positivo desde primera hora y, sobre todo, que sonrías.
Genera emociones positivas desde que te despiertas:

            La vida está llena de momentos felices y seguramente tienes muchos ejemplos: un examen por el que te han felicitado, el día de tu graduación, episodios de tus últimas vacaciones, las travesuras de los niños…

            Genera emociones positivas si piensas en alguien a quien ames profundamente, como tus hijos, amigos de la infancia, tu pareja o cualquier otra persona con la que te sientas feliz. 

Diviértete, ríete todo lo que puedas durante el día:

            Es muy importante que tu cerebro reciba un mensaje como este: “Sonrío, me siento bien”. Intenta acompañar estos sentimientos con tu cuerpo, pues el lenguaje no verbal también crea realidades.

            Lo sé, este ejercicio no es fácil, pues no vivimos en el mundo donde predominen las buenas noticias. Tampoco sería sensato negar las tensiones que genera la vida en las sociedades modernas. Lo importante es que puedas realizar un cambio en tu interior, ya que el entorno siempre estará “ahí” ten presente lo siguiente:

  • La risa activa el núcleo accumbens, y provoca una sensación de bienestar que se mantiene durante horas (salvo que tú u otra persona hagáis algo para suprimirla).
  • La risa levanta el ánimo, estimula el sistema inmunológico y aumenta la creatividad y la lucidez mental.
  • La risa crea buen ambiente, mejora la comunicación con uno mismo y con los demás y, fundamentalmente, es contagiosa.
  • Algunos investigadores afirman que reír cien veces al día equivale a hacer un ejercicio aeróbico durante 15 minutos en bicicleta, por eso la risa ¡también ayuda a quemar calorías!
¿Esto es todo? Pues…no. La risa relaja, reduce el estrés y ayuda a tomar decisiones acertadas.

Es suficiente con estirar la comisura de los labios y sonreír. Prueba y veras como este gesto te cambia el humor (algunos experimentos demuestran que la mueca de la risa libera endorfinas). Te resultara más útil si despiertas la sensación de alegría en tu mente; por ejemplo, puedes recordar un momento divertido o una escena de una película con la que te hayas tronchado.


Diez consejos para tener un cerebro más feliz 

            Se observo que una estructura con la forma de un cometa situado en las profundidades del cerebro, el núcleo caudado, era más pequeña de lo normal en una muestra representativa de personas infelices.

            La capacidad para experimentar placer está profundamente relacionada con la felicidad, y que su ausencia afecta negativamente al funcionamiento del sistema de recompensa.

            Asimismo cuando la ausencia de placer es crónica puede generarse un cuadro de anhedonía, es decir, perdida de interés por el entorno y repetidos estados de insatisfacción. En casos extremos, puede haber ausencia de reacciones ante estímulos placenteros, lo cual provoca que caigan los niveles de un neurotransmisor muy importante, la dopamina.

            La felicidad es un tema realmente importante, entre otras razones porque las actividades que generan bienestar y recompensa (física y espiritual) tienden a repetirse cuando se activa este sistema, creando una especie de círculo virtuoso. Ello explica (en parte) por qué unas personas son más felices que otras. 

Ayuda a tu cerebro para que libere dopamina de forma natural 

            La dopamina es el neurotransmisor esencial del sistema de recompensas. Para generarla, primero debes tomarte muy en serio la importancia de vivir con optimismo, divertirte y disfrutar del placer y bienestar que seguramente merece tu vida.

            Lo segundo ofrécete gratificaciones espirituales, como la generosidad y el altruismo (que activan poderosamente dicho sistema), y lo tercero, dedica parte de tu tiempo diario a las actividades aeróbicas. No es necesario que escales montañas o te mates en el gimnasio. Si corres entre 30 y 45 minutos diarios, aumentaras tus niveles de dopamina.

            Algunos alimentos que debes comer: plátanos maduros y chocolate.

Ten presente que:

  • Las sensaciones de bienestar interior, placer y optimismo refuerzan y fortalecen los neurocircuitos asociados, y forman una barrera para el pesimismo.
  • La liberación de dopamina tiene un formidable efecto colateral: cómo influye hacia los lóbulos frontales, mejora las funciones ejecutivas, necesarias para aprender, memorizar, organizar el tiempo, crear y tomar decisiones.

Revisa tu teoría sobre la felicidad.

No consumas energía cerebral en lo que no vale la pena.

Disfruta de las pequeñas recompensas.

  • La culpa es una de las emociones más negativas para tu cerebro.
  • La privación implica frustración y, consecuentemente, un derroche de energía cerebral.
  • Las pequeñas recompensas, entendidas como estímulos agradables para los sentidos, son muchas y están al alcance de todos. Descúbrelas y disfrútalas.
Aprende a lidiar con lo que no puedes controlar.

            Lo que no puedes controlar es lo que existe fuera de ti pero influye en tu estado de ánimo, las relaciones que estableces con los demás y las decisiones que tomas. Tu cerebro necesita que identifiques esas fuerzas (en el trabajo, la familia, la sociedad) y aprendas a controlarlas para que su intensidad no te afecte, o te afecte lo menos posible.

            No te alegres con las injusticias, y mucho menos que reprimas la ira que te producen. Te propongo que desarrolles la inteligencia emocional para dominar estos procesos.

Mantén una vida social activa. 

            Diversas  investigaciones han demostrado que las relaciones sociales no solo inmunizan más a las personas, sino que también posibilitan el desarrollo de sus capacidades cerebrales gracias a la variedad y riqueza de información que se incorpora a las redes neuronales. 

Busca las relaciones personales que te beneficien. 

            También se ha observado que un sistema de fibras nerviosas de la piel responde a las caricias reduciendo la actividad de los nervios que transportan la sensación de dolor y provocan alivio, y que los sentimientos importantes, como el amor, son más efectivos que un analgésico.

            Por ejemplo, cuando una persona piensa en alguien que ama, se activa intensamente el sistema de recompensa, y ya sabes cuales son los benéficos de esta activación, pero lo que no sabes es que la analgesia inducida por emociones como el amor se asocia más a este sistema de lo que se ha creído hasta ahora. 

Incluye actividades solidarias en tu vida. 

  • Realiza una actividad placentera.
  • Realiza una actividad solidaria.
  • Presentar un escrito sobre ambas.
La sensación de bienestar que menciona Seligman proviene de la activación intensa de los sistemas de recompensa del cerebro que generan los actos altruistas.

La felicidad: uno de tus objetivos prioritarios. 

            Te propongo que anotes todas las barreras u obstáculos a tu felicidad y que los organices según su importancia. Hay cosas fáciles de resolver, como un cambio de actividades, y otras que tienen un grado de complejidad importante, como divorciarse o irse a vivir a otro país. En ambos casos, la terapia psicoanalítica puede ser muy efectiva y, en menor o mayor medida (según el individuo y sus circunstancias), la incorporación a grupos de mediación o de autoayuda.


BIBLIOGRAFIA: 

CHOPRA  DEEPAK Y DAVID SIMON: Rejuvenecer y vivir más. (2009). ED. ZETA.

BRAIDOT. Nestor: cómo funciona tu cerebro. (2013). ED. Dummies.

J. GELB Michael y HOWELL Kelly: El poder del cerebro. (2014). ED. Equipo difusión del libro.

ROMO. Marta: Entrena tu cerebro “Neurociencia para la vida cotidiana”. (2014). ED. Alienta.

1 comentario:

  1. Inexorablemente si bien nos va, llegaremos a la fase de la vejez, por lo que disfrutemos el aquí y el ahora ya que cada nuevo mañana traera su propio mal

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