viernes, 9 de diciembre de 2011

RESILIENCIA, ¿COMO NOS AFECTA? SU INFLUENCIA EN EL ENVEJECIMIENTO



Concepto de resiliencia

En ingeniera se dice que es la propiedad de un material de volver a su forma original después de haber sido sometido a una manipulación o presión externa.

En el ser humano es sobreponerse a las dificultades, adquiriendo el don de caer y volver a empezar, llegando a alcanzar siempre lo que te propones.

También se dice que tenemos la capacidad de adaptarnos a las circunstancias y salir fortalecidas de ellas.

Incluye dos aspectos relevantes: resistir un suceso y rehacerse del mismo.

Se dice también que una persona resiliente, tiene un gran sentido del compromiso, controla los acontecimientos y se propone retos.

Crecimiento postraumático:

Entendido como la posibilidad de aprender y crecer a partir de experiencias adversas.

El término traumático, pueda llevar a pensar en situaciones catastróficas. Pero traumático, en el sentido más amplio, puede aplicarse a situaciones diversas en que han de afrontarse cambios drásticos, inesperados, urgentes, etc, como puede ser el caso de: reestructuraciones de plantilla, el paro, cambios de puesto, cambios culturales, perdidas, rupturas sentimentales, enfermedades etc. y otras muchas circunstancias que pueden poner a prueba a las personas.

Hasta ahora los psicólogos se han olvidado y han subestimado la capacidad que tienen algunas personas después de un percance o trauma su capacidad de resistir o rehacerse.

Dividen el crecimiento postraumático en tres categorías:

Cambios en uno mismo: ante el afrontamiento de una situación traumática, muchas personas desarrollan un aumento de confianza en las propias capacidades para afrontar cualquier adversidad que pueda ocurrir en un futuro. Cuando se hace frente a un suceso de este tipo el individuo crea una gran confianza en si mismo mediante la cual se siente capaz de enfrentarse a cualquier cosa.

Cambio en las relaciones interpersonales: ante acontecimientos traumáticos, las personas se dan cuenta y valoran las ayudas que reciben de otras personas, así tenemos pensamientos de tipo “Ahora se quienes son mis verdaderos amigos”.
 
Cambios en la espiritualidad: cuando una persona pasa por una experiencia traumática, pasan muchas cosas por su cabeza, una de ellas es apreciar el valor de cosas que antes daba por supuestas sin valorarlas de verdad, como es el creer en la existencia de un poder superior en el cual podrían apoyarse.

Es muy importante también el hecho de otorgar sentido a una vida:

Aun en las situaciones más extremas, el ser humano todavía puede otorgar un sentido a su existencia. Víctor Frankl nos dice: lo importante no es lo que nosotros esperamos de la vida, sino lo que la vida espera de nosotros.

Muchas personas hallan ese vínculo con sus hijos y en su familia, o incluso en las relaciones de amistad. Las responsabilidades y el compromiso de servicio del prójimo, pueden ayudar mucho.

Recursos y fortalezas que potencian la resiliencia

Factores protectores externos:

Valoraciones que las personas reciban del medio, oportunidades para participar en ese medio y el uso constructivo del tiempo (Kukic, 2002)

Factores protectores internos:
 
Competencia social

• Capacidad para comunicarse y demostrar afecto o empatia.

• Sentido del humor.

• La moralidad o deseo personal de bienestar a toda la humanidad.

• Contacto con los otros.

El componente Resolución de problemas incluye:

• Iniciativa.

• Sentido de autosuficiencia.

• Autoeficacia y autodisciplina.

• Creatividad.

• Buscar apoyos.

El componente autonomía:

• Tiene como principal factor el sentido de la propia identidad y esta que sea positiva, serán menos vulnerables ante la crisis.

• La capacidad para manejar sentimientos e impulsos propios.


Sentido de vida: constituido por ocho rasgos:

• Intereses especiales.

• Metas.

• Motivación para el logro.

• Aspiraciones educativas.

• Optimismo.

• Persistencia.

• Fe y espiritualidad.

• Sentido de propósito.


Resiliencia en las personas mayores




















Hay familias en las que el adulto mayor no es escuchado, no encuentra un lugar valorizado. Puede sentir que su vida ya no sirve, que genera más gastos que ingresos, que su opinión esta fuera de moda. Sea esto real o no, a partir de lo que siente se enfrenta a, por lo menos, dos situaciones polares:

1. Acepta pasivamente esta situación como irreversible, lo que conduce a la depresión, ulteriormente al deterioro físico y mental, y con ello a la confirmación como realidad de todo su sentir anterior.

2. Buscar; dentro de si, que le gustaría ser y hacer, plantearse el qué, el cómo y el con quién, vincularse con otros, pares o no. El hacer tiene múltiples facetas; cada cual se adscribirá a la que le parezca. Puede ser la escucha o la compañía o la conversación o la realización de o para algo o alguien, etc. Multiplicidad infinita de qué y cómo, correspondiendo a distintos modos de envejecer.

Del mismo modo, se da esta opción en situaciones de duelo o de pérdidas, sean de familiares, amigos, trabajo, recursos, actividad, lugar social. Caminos y respuestas similares a los del primer ejemplo nos podrán servir para reafirmarnos y enaltecernos como personas, o para hundirnos.

Las investigaciones gerontológicas muestran que los ancianos que no desarrollan ninguna actividad se enferman más y mueren más jóvenes que los que mantienen dinámicos y conservan o establecen nuevas redes vecinales o grupos de pares y familiares.

Se deduce, entonces, que uno de los factores de riesgo principales del deterioro de la calidad de vida en la vejez es el aislamiento social, ligado a la exclusión y al rechazo.

La salida del sistema laboral es un ejemplo, cuando es experimentada como un acontecimiento de derrumbe, de caída vertiginosa, que afecta no solo a la pérdida de poder adquisitivo, sino también por la pérdida del poder cultural. Si a esto le añadimos que se encuentran sin familia nuclear, desvinculados de parientes y sin haber logrado cultivar una red de amigos. Por otro lado podemos ver otros casos a partir de la viudez, ante la enfermedad y muerte del conyugue, lo cual deja en soledad y sin lazos estables al otro miembro de la pareja. Lo vemos en las viudas que al no tener a nadie a quien atender aisladas de todo contacto exterior, se sumen en una sensación de no vales, de no servir, de no poder.

Que podemos hacer con el aumento de la cantidad de tiempo libre, es aquí donde debía intervenir la recreación educativa, entendiendo por ello una metodología o herramienta que permitirá potenciar la capacidad o actitud de resiliencia en los procesos de envejecimiento, ante situaciones vividas por adultos mayores como malas.

En esa recreación el objetivo principal es una educación permanente que prioriza en cada actividad la apropiación que el adulto mayor pueda realizar de sus aprendizajes significativos en proyectos grupales e individuales para el uso creativo de su tiempo libre.

Al tratarse de adultos mayores se propone la apertura de espacios de participación grupal, en los cuales se encuentren con sus pares para realizar actividades significativas según el contexto barrial en que el grupo funcione y que, a corto plazo, se trasformen, en un medio para la formación de un grupo de pertenencia que sostenga los deseos, que brinde el cariño, la comprensión, la escucha etc.

Werner y Smith (1982) plantean que este enfoque permite diseñar programas de intervención que aumenten y refuercen el número de factores protectores que puedan estar presentes en una situación dada, como “reforzar fuentes de apoyo y afecto, favorecer la comunicación y las habilidades de la resolución de conflictos.

¿Cuáles son los factores psicológicos que permitirán resiliencia en el envejecimiento?



Envejecer es esencialmente una propuesta de cambio; quien no cambia se vuelve patético. En palabras del educador Freire: “hay una relación indudable entre el asombro y pregunta, riesgo y existencia. Radicalmente, la existencia humana implica asombro, pregunta y riesgo. Y por todo esto, implica acción, transformación”.
 
Ante una situación estresante “enfermedad crónica, abandono por parte de los hijos, viudedad, jubilación, se ven obligados a replantearse nuevos retos de vida que le llevaran a la adopción de estrategias encaminadas a superar esas crisis.

Creo que según van pasando los años y nos hacemos mayores, hemos ido creando y mejorando nuestra autoestima, lo que nos ha ido dando una mayor autoconfianza por lo que hemos ido tomando decisiones que nos han ido haciendo más responsables y confiados para ver lo que me puede interesar e incluso cambiar objetivos siempre con un fin; “Hacia donde quiero y como quiero llevar mi vida”; puesto a lo largo del camino enfocado de manera optimista.

También Hay que destacar que para hacerse mayor y de manera satisfactoria hace falta salud mental y ser mejor para uno mismo y para los demás.

La familia también es un factor importante para hacernos seguir hacia adelante, la motivación de sentirnos queridos, necesitados y respetados es la mecha que nos da esa fuerza.
 
Los pilares que sostienen la promoción de la resilencia es cuando los adultos mayores trabajan con el humor, la creatividad, el juego, la autogestión, haciendo que en esos talleres o cursos, muchos viud@s, aprendan a ver las cosas y la vida desde otras perspectivas.
 
Y no olvidar la palabra mágica: “resistir”, porque a veces hay que resistir para tantas cosas, no solamente para cosas de salud, sino de la vida, del sentimiento, de la situación de un país

La resiliencia y su vinculación con el concepto de vulnerabilidad. Logra la resiliencia quién es capaz de admitir y conectarse con sus puntos de vulnerabilidad. No son los que se arman como coraza los que la alcanzan; esas corazas finalmente se quiebran. Son, en realidad, los que pueden decir: “a veces me salen mal, lloro mucho, sufro mucho”, los que pueden reírse de si mismos y, en última instancia, los que alcanzan la sabiduría, que tiene que ver con la aceptación de las limitaciones de los poderes físicos, intelectuales y emocionales.

Otras características de una persona resiliente: o mecanismos de adaptación de los mayores:

• anticipación (o capacidad de planear para el futuro, lo que reduce la ansiedad y aumenta la sensación de control interno.

• Sublimación: (consiste en canalizar las emociones de forma aceptable)

• Supresión: (es cuando las personas toman la decisión de modo consciente de posponer el enfrentamiento con un conflicto para evitar actos inapropiados.

Factores obstaculizadores

• La falta de vínculos afectivos.

• La falta de inserción social.

• La carencia de objetivos de vida.

• Pérdida de poder económico.

• Problemas de salud.


Reflexión

Es difícil catalogar a las personas en resilientes y no resilientes porque todos a lo largo de nuestra vida hemos dado muestras de fortaleza ante acontecimientos que se nos han presentado. Creo que no hay mayor aprendizaje que enfrentarse a situaciones que se nos plantean sacando una lección que nos hará crecer, de ahí viene que vamos forjando nuestra personalidad.

No todo tiene que ser éxitos en la vida Incluso ante el fracaso también se aprende.

Debemos reflexionar sobre lo que hacemos, debemos estar preparados ante las situaciones que se nos van a ir presentando, dándonos cuenta que es muy importante gestionar nuestra vida. Quien está seguro de sí, tiene ya un lago camino recorrido.

Es importante tener empatía con las demás personas, ponerse en su lugar, comprender sus actos y actuar ante ellos en consecuencia dando nuestra confianza y nuestro respeto porque en el compañerismo y la amistad esta una llave importante de crecimiento.

Como dije antes si “GESTIONAMOS” nuestra vida, podremos elaborar habilidades para tomar decisiones ante todo tipo de problemas que se nos puedan plantear.

Todos tenemos que ir creciendo, es importante la consecución de logros en la vida que nos harán sentir más felices haciendo crecer nuestra autoestima, para ello debemos plantearnos metas y expectativas realistas que no sean muy fáciles de alcanzar, ni tampoco muy difíciles que puedan provocar en nosotros un grado de ansiedad que pueda perjudicar nuestra salud.

Sé consecuente con la sociedad en la que vives, lleva una vida responsable y participativa, acuérdate de ser tu mismo dejando que tus valores te den esa responsabilidad que necesitas para hacer todo el bien que puedas, tanto en obras sociales como pertenecer a algún grupo de apoyo, voluntariado o ONG.

Y para terminar, me gustaría hablar de las emociones positivas ya que tienen una importancia también en este tema. Se dice que las personas resilientes utilizan las emociones positivas como una estrategia de afrontamiento, así se ha estudiado que algunas personas hacen frente a experiencias traumáticas utilizando el humor y la risa. Así que ríe siempre que puedas y comparte esa risa con toda la gente de tu grupo, recuerda que reírse es contagioso y siempre se hace en compañía.

 
BIBLIOGRAFIA:




BROOKS, Robert. GOLDSTEIN, Sam. (2010): El poder de la resiliencia. ED. Paidos


PUIG, Gema. RUBIO, José Luis. (2011): Manual de resiliencia aplicada. ED. Gedisa


GOMEZ RODRIGUEZ, Agustina. (2011): Tiempos de resiliencia”Reingeniería, coaching y grafología”. ED. Lasra

GROHL, Monika. (2009): El arte de rehacerse: la resiliencia. ED. Sal Terrae


SIEBERT, Al. (2007): La resiliencia “Construir en la adversidad”. ED. Alienta optimiza


FORES, Anna. GRANE, Jordi. (2011): La resiliencia “Crecer desde la Adversidad”. ED. Plataforma Editorial


HENDERSON GROTBERG, Edith. (2006): La resiliencia en el mundo de hoy. ED. Gedisa


MELILLO, Aldo. (2004): Resiliencia y subjetividad. ED. Paidos